PROTESTA POR LOS RECORTES.
Los Servicios de Emergencias de SAMUR-Protección Civil han atendido tras las "Marchas 22M de la Dignidad" en la capital a 101 personas, de los que 67 son policías y 34 manifestantes. Un portavoz de SAMUR-Protección Civil ha contado que de los 67 agentes, 47 son policías nacionales y el resto municipales.
Nueve policías nacionales, dos municipales y 34 manifestantes fueron trasladados a centros hospitalarios. "Todas son heridas de carácter leve o muy leve, como puntos de sutura por cortes, torceduras, contusiones o revisión", precisó el portavoz. Un portavoz de la Policía Nacional ha referido que han cifrado en 36.000 los asistentes a la manifestación, en la que, tras los incidentes, agregó, se han practicado 29 detenciones, tres de ellos menores de edad, y que 33 manifestantes y 46 policías nacionales y 9 municipales han resultado heridos.
Fuentes de la Dirección General de Policía han calificado como "salvajes" los ataques sufridos por los agentes durante los altercados registrados en Madrid tras las "Marchas 22M de la Dignidad".
Decenas de miles de personas llegadas de toda España han secundado en Madrid la 'Marcha por la Dignidad' convocada bajo el lema "pan, trabajo y techo para todos y todas", una convocatoria que denuncia la "urgencia social" generada en un país con un desempleo del 26% y exige el fin de los recortes. Las marchas, convocadas por más de 300 organizaciones, llegaron esta mañana a la capital portando pancartas y banderas, entre ellas las enseñas republicanas, andaluzas, de organizaciones sindicales, partidos como Izquierda Unida y otros colectivos sociales. "La idea es unir todas las fuerzas con una idea: o se atienden nuestras reivindicaciones o el gobierno tiene que coger las maletas", ha afirmado el portavoz del Sindicato Andaluz de Trabajadores, Diego Cañamero.
Distintas columnas procedentes de Andalucía, Cataluña, Asturias y Extremadura han confluido en la estación de trenes de Atocha, desde donde ha partido la manifestación por el centro de la ciudad bajo lemas como "No al pago de la deuda", "Ni un recorte más", "Fuera los gobiernos de la troika" o "Pan, trabajo y techo para todos y todas", mensajes en defensa de la justicia social, de los derechos humanos y contra las políticas de recortes.
La cabecera de la marcha ha emprendido su marcha desde Atocha hacia la plaza de Colón a las 17.00 horas, a la que se han unido a lo largo del recorrido el resto de manifestantes. "La sociedad despierta, se os acabó la fiesta", "Mi hija estaría aquí pero ha emigrado", "Esto es una lucha cívica, del pueblo", "Es una inyección de solidaridad", "La dignidad, en marcha", "Tu sobre, mi recorte" o "Si no hay justicia para el pueblo, no habrá paz para el Gobierno" son algunos de los mensajes que se podían leer en las pancartas de los asistentes.
Entre las consignas coreadas, se han vuelto a escuchar cánticos ya habituales como "De norte a sur, de este a oeste, la lucha sigue cueste lo que cueste" o "No es una crisis, es una estafa". "Yo quisiera ver a Rajoy y Rubalcaba en la cola del INEM", "Con coraje y dignidad la victoria llegara" o "Gobierno dimisión" han sido otro de los mensajes lanzados por los asistentes.
«Éxito sin precedentes»
Para los convocantes, la marcha ha sido "un éxito sin precedentes". Además de los organizadores, se han sumado a las marchas decenas de colectivos como la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH), la Cumbre social -que integra a los sindicatos CC.OO., UGT, USO y a más de 100 organizaciones representativas de la sociedad civil- o la Coordinadora 25S y formaciones políticas como Izquierda Unida o Compromís.
Los afectados por los preferentes o por el ERE de Coca-Cola, las quejas contra los CIE y el racismo o los bomberos de Madrid tampoco han faltado en esta jornada de protestas. De hecho, los bomberos han formado un cordón para garantizar la seguridad de los manifestantes. "Rescatamos personas, no bancos", se podía leer en una de las pancarta portadas por este colectivo.
Madrid, blindada
Las autoridades madrileñas han movilizado unos 1.700 policías para garantizar la seguridad ante la posibilidad de que se generen incidentes por la posible presencia de grupos antisistema, aunque, según ha declarado la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, a su salida de la Convención Regional del PP de cara a las elecciones europeas que, "de momento", las marchas transcurren "sin grandes incidentes destacables" y ha confiado en que la jornada se desarrolle de "manera pacífica y sin incidentes".
La delegada ha remarcado que está prohibido acampar en zonas no habilitadas y que la Policía Nacional "garantizará el derecho de quienes han venido a manifestarse de manera pacífica y que se cumplan los derechos del resto de ciudadanos". Asimismo, ha hecho un llamamiento a los manifestantes para que las marchas se desarrollen con normalidad, sin tener que lamentar la actuación de "grupos de personas radicales violentas que están infiltradas para provocar incidentes". Por último, ha enviado un "mensaje de tranquilidad" a la ciudadanía y ha afirmado que la de hoy es "una manifestación como tantas miles se producen en Madrid en los últimos años".
AUTOBUSES RETENIDOS.
El movimiento 22M ha denunciado que la Guardia Civil está reteniendo sistemáticamente los autobuses de manifestantes en los accesos a Madrid, aproximándose a 100 el número de vehículos que han sufrido retenciones. Señalan, además, que más de 30 autobuses han permanecido parados entre una y tres horas en la A-6.
Según han denunciado, los controles policiales están siendo generalizados en todas las autovías y carreteras principales, con autobuses parados en 14 provincias por lo que responsabilizan al Gobierno de cualquier alteración del horario previsto por la organización debido a los retrasos que están causando los abusivos controles policiales.
"Con esta actitud el Gobierno quiere convertir una protesta cívica y democrática de carácter masivo en un caos incontrolable difícil de regular", han señalado.
Para el movimiento, el Gobierno está incumpliendo los compromisos adquiridos en las diferentes reuniones mantenidas, en las que las autoridades se comprometieron a respetar escrupulosamente los derechos fundamentales garantizados por la Constitución y los convenios internacionales suscritos por España.
