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miércoles, 4 de diciembre de 2013
Mauser C-96.
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Descripción: | |||||||
Dentro del amplio abanico de armas cortas, la Mauser C-96 tiene el honor de ostentar el apelativo de “la clásica”. Y es que esta pistola semiautomática con más de un siglo de historia posee un diseño extremadamente funcional y práctico que le ha llevado a ser reconocida como una de las mejores armas del mundo. Creada en 1896 por el genial Peter Paul Mauser, la C-96 original utilizaba munición del calibre .30. Desde su aparición, Mauser no paró de trabajar para mejorar su pistola, sacando a la luz un total de 22 unidades desde 1896 hasta 1934. Una de estas modificaciones, surgida en 1916, gozó de gran popularidad internacional. Se trata de la C-96 en calibre 9mm Parabellum, que incorporaba un 9 tallado y coloreado en barniz rojo en su empuñadura, de tal forma que indicaba claramente qué calibre se debía utilizar en esta pistola. Esta arma fue exportada a numerosos países como Italia, Francia, Turquía o Noruega. Sin embargo, no fue el único modelo que se vendió fuera de Alemania. En este sentido, la Rusia comunista adquirió grandes cantidades de la C-96 .30 con cañón de 10 cm, un arma que acabó recibiendo el sobrenombre de “Bolo-Mauser”, es decir, la Mauser de los bolcheviques. Pero la legendaria pistola alemana no sólo fue vendida a otras naciones, sino que países como China y España copiaron su diseño para adaptarla al calibre .45 ACP. A pesar de su enorme popularidad y de haber participado en numerosos conflictos bélicos, la C-96 no se convirtió en arma oficial de ningún ejército. Las tropas alemanas la emplearon en la Gran Guerra para suplir la carencia de la oficial Luger P-08, y en la Segunda Guerra Mundial la Mauser C-96 acompañó a los soldados germanos de segunda línea. | |||||||
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Cuchillos de supervivencia: Más que una herramienta para salvarte la vida.
Una excursión por el monte, un accidente inoportuno, una climatología cambiante, una pérdida de nuestra posición… todo se tuerce en el peor momento posible y necesitamos pasar la noche completamente en solitario y alejados del agitado mundo urbano. Esta situación, aparentemente ficticia, suele producirse con más frecuencia de lo que parece cuando alguien se aventura “hacia lo salvaje”. Y es en ese instante, o cuando la situación se complica todavía más, cuando desearemos poder echar mano de una de las herramientas más importantes y definitivas a la hora de enfrentarse a una situación de supervivencia extrema. Nos referimos a esecuchillo, navaja, o cualquier elemento cortante que en ese momento, ante toda la tensión y angustia que nos rodea, se acaba convirtiendo en nuestro mejor aliado.
Dice la sabiduría popular que el mejor cuchillo de supervivencia será siempre el que tengas a mano cuando lo necesites, o el que puedas crearte tú mismo. Seguramente, esta afirmación sea del todo cierta, pero eso no quita para que los aficionados a las armas blancas mantengan casi eternamente un animado debate en torno a las características o prestaciones que debe poseer todo cuchillo de supervivencia que se precie. Aunque cada usuario tenga sus propias preferencias en cuanto a diseño y materiales, prácticamente la mayoría coincide en señalar algunos aspectos básicos que debería reunir cualquier arma de estas características: a ser posible, que la hoja sea enteriza y de acero inoxidable; que tenga una longitud suficiente como para poder machetear cómodamente; una empuñadura ergonómica y resistente; así como un filo tan cortante como el de un bisturí de cirujano.
Partiendo de estas premisas básicas, los cuchillos de supervivencia pueden presentar otra serie de características que, aunque no sean tan imprescindibles, su solo despliegue contribuirá a mejorar el rendimiento de este tipo de armas en una situación extrema. Nos referimos a la posibilidad de incorporar una pequeña sierra en el lomo, o un completo kit de accesorios que nos ayudarán a superar este contexto de emergencia.
De todos modos, la premisa fundamental que debe regir en cualquier herramienta de esta clase es que, efectivamente, funcione con eficacia. Es decir, que corte prácticamente sobre cualquier superficie u objeto. De lo contrario, el cuchillo no servirá para nada. Algo así debió pasársele por la cabeza a Aron Ralston, un aventurero estadounidense que, como medida extrema de supervivencia, se amputó el brazo para liberarse de una roca que lo mantuvo atrapado durante más de 5 días en Robbers Roost (Utah, EEUU). La historia de Ralston sirvió como fuente de inspiración para la película “127 horas”, dirigida por Danny Boyle y protagonizada por James Franco, en la que asistimos a la angustiosa liberación de Ralston, cuyo personaje utiliza una multiherramienta poco afilada y con poca masa para cortarse el brazo. Seguro que el protagonista principal hubiera deseado tener un cuchillo más grande y mejor afilado en su poder…
En cualquier caso, y antes de conocer algunos de los modelos más destacados del sector, conviene señalar que en este tipo de situaciones, tan importante será contar con un buen cuchillo a mano, como saber manejarlo con soltura. Lo mismo que saber afilarlo correctamente, ya sea con la típica piedra de afilar que suelen incorporar de serie todo este tipo de cuchillos de supervivencia, como con cualquier objeto que nos encontremos en nuestra aventura al aire libre.
Orígenes y concepto
En esencia, el cuchillo de supervivencia es una herramienta diseñada para hacer frente y superar el mayor número de dificultades posibles que se le puedan plantear a su poseedor en caso de emergencia. Según apuntan diversas fuentes, el origen de este tipo de arma blanca destinada a la supervivencia se remonta a la época de la guerra de Vietnam, donde varios militares estadounidenses recibieron como dotación cuchillos multipropósito destinados al rescate y la supervivencia. Uno de ellos fue el mítico Randall Attack 14, uno cuchillo diseñado para ejecutar posibles operaciones de rescate a las tripulaciones de helicópteros de combate. Para conseguir su objetivo, este cuchillo estaba equipado con un lomo serrado para cortar las cabinas de plexiglás y un mango hueco para almacenar en su interior una brújula y diversos objetos destinados a la supervivencia. A partir de estos años 60-70, el concepto fue evolucionando, y la mayoría de fabricantes de cuchillería fueron lanzando sus propios cuchillos de supervivencia, al mismo tiempo que cada vez más unidades militares se fueron dotando de estas armas para su servicio.
El cuchillo de hoja larga, con lomo aserrado y mango hueco fue la gran tendencia en el diseño de estas armas durante mucho tiempo, y bajo estas premisas aterrizaron en el mercado cuchillero modelos tan emblemáticos como el Aitor Jungle King, fabricado por la prestigiosa empresa vasca. Más adelante llegaron otros modelos más modernos y fabricados con materiales más sofisticados, como por ejemplo el Gerber LMF II, el Randall M18 Attack and Survival, o la serie Bushman de Cold Steel. Entre los maestros cuchilleros que históricamente más han apostado por este tipo de diseño encontramos nombres tan conocidos como Jimmy Lile, Bo Randall, o Chris Reeve, a quienes muchos otorgan la autoría y paternidad del concepto de cuchillo de supervivencia.
Hoy en día, prácticamente todos los fabricantes de armas blancas cuentan en su catálogo de productos con un modelo que podría calificarse como cuchillo de supervivencia. De tal forma que las opciones y precios disponibles son prácticamente infinitas. Así, podemos encontrar desde los modelos más básicos de marcas alemanas como Mil-Tec o Max Fuchs, distribuidas oficialmente en España por BlackRecon, y que incorporan junto al cuchillo una funcional funda de transporte y un pequeño kit para emergencias; hasta modelos de prestigiosas y reconocidas firmas dentro del sector de la cuchillería como las citadas casas de Gerber o Aitor, o las no menos populares Mora y Cold Steel.
Nosotros hemos tenido la oportunidad de probar el que, seguramente, será uno de los modelos más económicos del mercado: el cuchillo de supervivencia Mil-Tec Special Forces. Y es que por apenas 20 euros, este cuchillo ofrece una completísima herramienta de emergencia a la que no le falta ningún detalle. Equipado con una hoja de 18,5 cm con filo completo y lomo aserrado, este cuchillo se comercializa junto con un set de emergencias que incluye una pequeña brújula, una sierra de mano, un papel de lija, un gancho, una cuerda, hilo, y agujas.
Este completo kit, unido al firme agarre y la considerable masa que ofrece el cuchillo, hacen de este modelo Mil-Tec Special Forces una opción más que idónea para quienes buscan una herramienta de supervivencia para echarse al monte. Y además, a un precio prácticamente insuperable.
De cualquier forma, ya sea con este cuchillo o con cualquier otro modelo de similares características, los amantes de las escapadas al aire libre tienen a su disposición una interesante herramienta para sobrevivir cuando las cosas se pongan feas. Y eso es algo que nunca se puede predecir.
Dice la sabiduría popular que el mejor cuchillo de supervivencia será siempre el que tengas a mano cuando lo necesites, o el que puedas crearte tú mismo. Seguramente, esta afirmación sea del todo cierta, pero eso no quita para que los aficionados a las armas blancas mantengan casi eternamente un animado debate en torno a las características o prestaciones que debe poseer todo cuchillo de supervivencia que se precie. Aunque cada usuario tenga sus propias preferencias en cuanto a diseño y materiales, prácticamente la mayoría coincide en señalar algunos aspectos básicos que debería reunir cualquier arma de estas características: a ser posible, que la hoja sea enteriza y de acero inoxidable; que tenga una longitud suficiente como para poder machetear cómodamente; una empuñadura ergonómica y resistente; así como un filo tan cortante como el de un bisturí de cirujano.
Partiendo de estas premisas básicas, los cuchillos de supervivencia pueden presentar otra serie de características que, aunque no sean tan imprescindibles, su solo despliegue contribuirá a mejorar el rendimiento de este tipo de armas en una situación extrema. Nos referimos a la posibilidad de incorporar una pequeña sierra en el lomo, o un completo kit de accesorios que nos ayudarán a superar este contexto de emergencia.
De todos modos, la premisa fundamental que debe regir en cualquier herramienta de esta clase es que, efectivamente, funcione con eficacia. Es decir, que corte prácticamente sobre cualquier superficie u objeto. De lo contrario, el cuchillo no servirá para nada. Algo así debió pasársele por la cabeza a Aron Ralston, un aventurero estadounidense que, como medida extrema de supervivencia, se amputó el brazo para liberarse de una roca que lo mantuvo atrapado durante más de 5 días en Robbers Roost (Utah, EEUU). La historia de Ralston sirvió como fuente de inspiración para la película “127 horas”, dirigida por Danny Boyle y protagonizada por James Franco, en la que asistimos a la angustiosa liberación de Ralston, cuyo personaje utiliza una multiherramienta poco afilada y con poca masa para cortarse el brazo. Seguro que el protagonista principal hubiera deseado tener un cuchillo más grande y mejor afilado en su poder…
En cualquier caso, y antes de conocer algunos de los modelos más destacados del sector, conviene señalar que en este tipo de situaciones, tan importante será contar con un buen cuchillo a mano, como saber manejarlo con soltura. Lo mismo que saber afilarlo correctamente, ya sea con la típica piedra de afilar que suelen incorporar de serie todo este tipo de cuchillos de supervivencia, como con cualquier objeto que nos encontremos en nuestra aventura al aire libre.
Orígenes y concepto
En esencia, el cuchillo de supervivencia es una herramienta diseñada para hacer frente y superar el mayor número de dificultades posibles que se le puedan plantear a su poseedor en caso de emergencia. Según apuntan diversas fuentes, el origen de este tipo de arma blanca destinada a la supervivencia se remonta a la época de la guerra de Vietnam, donde varios militares estadounidenses recibieron como dotación cuchillos multipropósito destinados al rescate y la supervivencia. Uno de ellos fue el mítico Randall Attack 14, uno cuchillo diseñado para ejecutar posibles operaciones de rescate a las tripulaciones de helicópteros de combate. Para conseguir su objetivo, este cuchillo estaba equipado con un lomo serrado para cortar las cabinas de plexiglás y un mango hueco para almacenar en su interior una brújula y diversos objetos destinados a la supervivencia. A partir de estos años 60-70, el concepto fue evolucionando, y la mayoría de fabricantes de cuchillería fueron lanzando sus propios cuchillos de supervivencia, al mismo tiempo que cada vez más unidades militares se fueron dotando de estas armas para su servicio.
El cuchillo de hoja larga, con lomo aserrado y mango hueco fue la gran tendencia en el diseño de estas armas durante mucho tiempo, y bajo estas premisas aterrizaron en el mercado cuchillero modelos tan emblemáticos como el Aitor Jungle King, fabricado por la prestigiosa empresa vasca. Más adelante llegaron otros modelos más modernos y fabricados con materiales más sofisticados, como por ejemplo el Gerber LMF II, el Randall M18 Attack and Survival, o la serie Bushman de Cold Steel. Entre los maestros cuchilleros que históricamente más han apostado por este tipo de diseño encontramos nombres tan conocidos como Jimmy Lile, Bo Randall, o Chris Reeve, a quienes muchos otorgan la autoría y paternidad del concepto de cuchillo de supervivencia.
Hoy en día, prácticamente todos los fabricantes de armas blancas cuentan en su catálogo de productos con un modelo que podría calificarse como cuchillo de supervivencia. De tal forma que las opciones y precios disponibles son prácticamente infinitas. Así, podemos encontrar desde los modelos más básicos de marcas alemanas como Mil-Tec o Max Fuchs, distribuidas oficialmente en España por BlackRecon, y que incorporan junto al cuchillo una funcional funda de transporte y un pequeño kit para emergencias; hasta modelos de prestigiosas y reconocidas firmas dentro del sector de la cuchillería como las citadas casas de Gerber o Aitor, o las no menos populares Mora y Cold Steel.
Nosotros hemos tenido la oportunidad de probar el que, seguramente, será uno de los modelos más económicos del mercado: el cuchillo de supervivencia Mil-Tec Special Forces. Y es que por apenas 20 euros, este cuchillo ofrece una completísima herramienta de emergencia a la que no le falta ningún detalle. Equipado con una hoja de 18,5 cm con filo completo y lomo aserrado, este cuchillo se comercializa junto con un set de emergencias que incluye una pequeña brújula, una sierra de mano, un papel de lija, un gancho, una cuerda, hilo, y agujas.
Este completo kit, unido al firme agarre y la considerable masa que ofrece el cuchillo, hacen de este modelo Mil-Tec Special Forces una opción más que idónea para quienes buscan una herramienta de supervivencia para echarse al monte. Y además, a un precio prácticamente insuperable.
De cualquier forma, ya sea con este cuchillo o con cualquier otro modelo de similares características, los amantes de las escapadas al aire libre tienen a su disposición una interesante herramienta para sobrevivir cuando las cosas se pongan feas. Y eso es algo que nunca se puede predecir.
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