MOTOS PARA EL RECUERDO DE LOS ESPAÑOLES:
Rovena Sport bicilindrica
La Rovena es en realidad una Sanglas, comercializada entre 1963 y 1968. Monta un motor francés de dos tiempos fabricado en España bajo licencia: el Hispano Villiers.
Existen tres modelos, los tres bicilindricos con caja de cuatro marchas: la 250 y la 325 llamadas turismo y la 250 sport.
Las turismo son muy parecidas; con un chasis tubular de simple cuna, salieron en rojo y plata con bastidor negro, tienen unas cajas laterales amplias para batería y herramienta y montan dos ruedas de 17". El motor rendía 17 CV a 5000 rpm. y ofrecía una relación de compresión de 8,2:1 con un carburador monocuerpo Villiers. La velocidad punta se cifraba en 120 km/h para la 250 y 137 km/h para la 325. Esa ultima tuvo poco éxito y dejaron de fabricarla en 1965.
Ese mismo año, Sanglas saco la 250 sport, una moto rapidísima por su época, que alcanzaba una velocidad punta superior a 140 km/h. Se diferencia de la turismo por su sillín deportivo, su manillar bajo y un gran tambor delantero de doble zapatas. Montaba dos carburadores Amal y con unas lumbreras más grandes y unos pistones de alta compresión (10:1), daba 20 CV a 6500 rpm.
SETTER: LA DAMA DE ELCHE
Los que se inician en estas lides de las motos de ayer, es bueno que sepan que la producción de motocicletas valencianas cubrió una gran necesidad de la población. Setter fue una de las muchas marcas de motos que contribuyeron a evolucionar nuestra sociedad. Y aunque actualmente cueste creerlo, hubo un tiempo en que tener una Setter llegó a ser sinónimo de prosperidad.
La idea de crear unas bicicletas con motor que aliviasen el problema de la automoción popular, surge a principios de los años cincuenta en la mente de Miguel Santonja Santonja. El sr. Santonja es un mecánico nacido en Alcoy y afincado en Elche, que ante a creciente demanda de bicicletas y velomotores, en una zona tradicionalmente rural en la que la industria se abría camino, se suma a la idea de equipar a aquellas viejas bicicletas de la época con un motor autónomo que por transmisión de rodillo las convierta en pequeños ciclomotores.... ahí comienza la historia de los motores Santonja y el principio de las futuras motocicletas Setter. En un primer momento, la marca bajo la que se fabricaban aquellos motores era “Santonja”, en lógico honor al propietario y fundador de la firma. Posteriormente se cambió de marca comercial pasando a la más conocida Setter, y bajo cuyo nombre se estuvo fabricando hasta los últimos días de la empresa.
A lo largo de mas de 20 años de existencia de la marca, fueron muchas las etapas vividas, los modelos, los cambios, evoluciones... y por desgracia poca la información que nos ha llegado hasta nuestros días. Sirva a modo de resumen que se construyeron desde motores, siempre de diseño propio, para Vicente Solá (Ducson), hasta motos completas para RMH (Rafael Mira e Hijos), pasando por numerosos modelos y motores. 44, 49, 60, 74 y 125 cc fueron las cilindradas de las Setter... A principios de los 50 el taller contaba con cerca de 30 operarios y la producción oscilaba entre las 250 y las casi 400 unidades del año 58. Difícil es calcular exactamente cuantas Setter corrieron por nuestras carreteras.... pero podríamos aventurar una cifra cercana a las 7.000 unidades, contando aparte las RMH Hispano-Villiers, y los motores Santonja para Ducson. Al final de los años 60 la producción cesó debido al desplome del sector y afectados también por el cambio de normativas acerca de los velomotores. Miguel Santonja e Hijos, comenzó entonces la fabricación de maquinaria para el calzado, llegando en las siguientes dos décadas a ser uno de los fabricantes españoles con tecnología propia, más importantes en maquinaria de inyección de suelas, con una gran introducción en mercados nacionales y extranjeros. Todas las máquinas de calzado fabricadas por Santonja, llevaron siempre la marca SETTER.
ELCHE, CIUDAD DE MOTOS
Además de las propias Setter, Miguel Santonja e Hijos, fabricó también las motocicletas RMH, para Rafael Mira e Hijos. equipadas estas con motor Villiers de 122 y 197 cc. que se fabricaron en el taller de la calle Maximiliano Thous entre febrero de 1963 y febrero de 1965 en ese espacio de tiempo, se alcanzó una producción de 585 unidades del modelo de 122 cc. denominadas A con números de chasis entre el A-484 y A-1.069. 189 unidades de 197 cc. denominadas M2 con números de chasis entre el M2-5068 y M2-5257. La sede de RMH, estaba situada en la antigua Avenida de José Antonio, Nº 8 en Valencia. Rafael Mira e Hijos fue además el distribuidor Setter en la capital valenciana; por todo lo expuesto, no nos debe de extrañar que las RMH y las Setter 125 cc. sean en realidad parientes tan cercanas que, excepto el motor, lo compartan todo. De hecho a partir de las primeras RMH, fueron las Setter las que cambiaron algunas piezas como el depósito, la caja de herramientas y el propio color de la moto, pasando de ser azules, a ser rojas como las RMH. En Elche, se fabricaron también las motocicletas Diemen, con motor Cucciolo de Ducati, que eran fabricadas por Diego Mendiola. El modelo de la fotografía esta expuesto en el Museo de Vehículos Históricos ValI de Guadalest. Las ELIG, fabricadas en la calle Marqués de Asprillas de Elche, montaban motor Villiers y estéticamente tenían un gran atractivo. Restauraciones como las de las fotografías muestran la belleza de estas motos.
EL POR QUÉ DE SETTER
Al principio de estas líneas, comentábamos que en los primeros años de la empresa, la motos se vendían bajo la marca “Santonja”. El principal rival de la marca en el mercado eran los ciclomotores G.A.C. con los que estaban en lucha constante. Uno de los distribuidores de Santonja no pronunciaba bien la c y decía a sus vendedores “tenim que acabar amb els de GAT” (tenemos que acabar con los del gato). Entre los empleados, las bromas eran constantes y todos sabemos que lo mejor para acabar con los gatos son... los perros. De las risas se pasó al “marketing” de entonces: había que elegir un nombre de perro para la moto. Pero no uno cualquiera, éste debía ser fiel, familiar, tranquilo... Una raza que diera confianza. De ahí el nombre de Setter; como veis a la pequeña motocicleta se le bautizó con un nombre fruto de un “profundo” estudio de mercado.
Puch Blanco X4S
Las Cobras Blanco, tienen su origen en las preparaciones realizadas artesanalmente, a finales de los 70, por el propietario de un pequeño taller de un pueblo de la sierra madrileña, en concreto Los Molinos. Estos modelos se distribuían para toda España a través de Simpson, concesionario oficial de Puch en Madrid y en el propio taller del preparador, Santiago Blanco. Este modelo denominado X4S, esta derivado de las M82 de todo terreno. Las mejoras con respecto al modelo de serie, son la utilización de monoamortiguador Iñaño de gas con sistema Blanfer, regulable en longitud y dureza, la culata de agua (en la época de las M82 aire) y el carburador Bing de 28. Estéticamente los cambios son la utilización del color blanco en la decoración, botellas de horquillas pulidas, y el cambio de los guardabarros y del portafaro delantero
Puch Cobra M82 T.T.
Año: 1982
Este modelo de Cobra aparece en el mercado en el año 1982, con importantes variaciones con respecto a los modelos anteriores, destacando el nuevo diseño de chasis multitubular y la utilización del sistema de amortiguación posterior del tipo cantilever (ya utilizado en las preparaciones de Blanco del modelo anterior) sobre un basculante de sección rectangular. En el aspecto estético destaca el nuevo deposito tipo “joroba”, el amplio asiento y las tapas porta-números laterales, que dan al conjunto un aspecto de moto más grande. En los acabados destaca la utilización del color naranja en el chasis de doble cuna, botellas y tijas de horquillas, combinado con el amarillo tradicional en las Puch, lo que hace a la moto más llamativa. Se sustituye también la tradicional “pata de cabra” por un sistema de caballete más de la época. Las horquillas son de la marca Betor de gas, con barras de 32mm. Se comercializa en principio en dos versiones, siendo la TT la más potente de motor con un aumento de 4 Cv con respecto al modelo normal, contando además con mayor recorrido en las amortiguaciones tanto delantera como trasera y utilizando unas cubiertas Pirelli de cross en lugar de las Michelin más tipo trail
Kreidler
Kreidler es un fabricante alemán de motocicletas y ciclomotores, con sede en Kornwestheim, entre Ludwigsburg y Stuttgart. La empresa fue fundada en 1903 como "Kreidlers Metall- und Drahtwerke" (Kreidlers factoría de metal y cable) por Anton Kreidler y empezó a construir motocicletas en 1951. En 1959 un tercio de todas las motocicletas alemanas eran de esta marca. En los años 70 Kreidler tuvo grandes éxitos en el campeonato del mundo de velocidad en la categoría de 50 cc..
Jesús Marí.27/03/2013