COMO TERMINAR EL DÍA:
ltzürükü
Perdido en los confines de Iparralde, en la Zuberoa más inexplorada, en aquella que se recuesta en los límites del misterioso bosque de Arbaila, Altzürükü es uno de los pueblos con más encanto que podemos imaginar. Sus apacibles calles, donde se apiñan revoltosas viejas casas con tejados de pizarra en fuerte pendiente, esconden leyendas y terribles historias. Cuentan aún los más viejos del lugar que una joven de Ordiarp murió de pena en las torres del castillo, maltratada por el señor de Altzürükü. La fortaleza se mantiene aún en pie, sombría y silenciosa, junto a la iglesia trinitaria que domina la pequeña población. Las calles aledañas, desiertas durante el día, semejan el decorado de una película sobre el mundo rural. Es al atardecer cuando la aldea toma vida, cuando los labradores y pastores que pasan el día en los campos regresan a casa inundando las calles con el ritmo musical del singular dialecto que caracteriza el euskera de la comarca.
Las fuentes del Bidouze
Entre cuevas, simas y extrañas formaciones rocosas, se precipitan las cascadas de las que nace el caudaloso Bidouze, una de las espinas dorsales de la Euskal Herria del norte. Quienes conozcan el río, apacible y caudaloso en su confluencia con el Adour, no podrán imaginar el misterio y el regusto aventurero que emana de sus fuentes, ocultas en las profundidades de Arbaila. Varias rutas se internan en el laberinto kárstico y se acercan al nacedero, envuelto a menudo en nieblas perezosas que tardan días enteros en disiparse. De todas ellas, la más recomendable por su belleza es la que remonta el cauce del río, internándose en un atípico mundo de agua y humedad más propio de la selva amazónica que de las tierras vascas. El color verde adquiere aquí una variedad de tonalidades desconocida: el musgo, los helechos, las hojas de las hayas, las pozas del río..., incluso la luz se viste aquí de verde. Para realizar la ruta, lo primero es llegar hasta Saint-Just-Ibarre, en la carretera D-918 que une Donibane Garazi con Maule. En el barrio de Arla, al que se accede por la carretera que sube al alto de Oskitx desde Saint-Just-Ibarre, tomamos el desvío señalizado hacia el nacedero (source).
Jesús Marí.14/03/2013