Un cotizado hongo, al que se atribuyen propiedades afrodisíacas y anticancerígenas, provoca peleas entre aldeanos.
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| Un kilo del hongo puede superar los 30.000 dólares en el mercado asiático. |
Un hongo, cuyo valor en el mercado asiático supera los 30 mil dólares el kilo, vulgarmente rebautizado como la «viagra del Himalaya», es el responsable de enfrentamientos entre vecinos en el Tíbet que se saldan con al menos dos muertos, según el diario chino «South China Morning Post».
El culpable indirecto es el «Cordyceps sinensis», conocido como «yarsagumba» en el Nepal y «dongchongxiacao» en China, un hongo parásito que se encuentra únicamente en el Himalaya y que se desarrolla en las larvas de polillas, a las que mata y momifica hasta que adquieren el aspecto de raíces de color terroso.
Recolectar el hongo es una arriesgada aventura que acometen habitualmente los miembros más jóvenes de familias empobrecidas, que se juegan la vida a una altura entre 3.000 y 5.000 metros, con temperaturas por debajo de los cero grados. El verano es la época de recolección.
Ocurre, sin embargo, que una vez conseguido el preciado hongo no acaban los peligros. Al haberse disparado la demanda lo ha hecho también la codicia de los vecinos, envueltos en disputas territoriales, sobre a quién corresponde cada zona de recolección. Peleas que han ido demasiado lejos, hasta el punto de cobrarse dos vidas.
El asunto es tan serio que el Dalai Lama en persona ha llamado a la calma y ha recordado a los vecinos que «la violencia es contraria a las creencias y la conducta de aquellos que creen en el karma y el Budismo».
Parece complicado, a pesar de estos y otros llamamientos, que las habitualmente tranquilas aldeas tibetanas conserven la calma cuando saben que tienen al alcance de la mano lo más parecido a un tesoro que verán en sus vidas. Aunque sus propiedad no están clínicamente demostradas, los chinos están convencidos de que el «cordyceps» tiene propiedades afrodisíacas y que es capaz de curar el cáncer. Sin rechistar, son capaces de pagar más de 30 dólares por un té a base de hongos hervidos, que sabe a pescado y que ha roto el tranquilo día a día de los tibetanos.
