Tras la caótica jornada del lunes, las aguas han vuelto a su cauce en la mayor parte de los ríos y regatos desbordados en la comarca, dejando a la vista los destrozos causados por las inundaciones tanto en propiedades privadas como en bienes públicos. En Cuntis, donde el paseo fluvial del Gallo fue literalmente engullido por la riada, se registraron algunos de los daños más importantes. La senda peatonal ha quedado destrozada en el tramo comprendido entre el puente del balneario y la N-640. Dos señales en ambos extremos impiden el tránsito porque “o paseo xa case non existe, parece unha gabia”, comenta de forma muy gráfica el concejal de Obras, Manuel García. La fuerza del agua arrastró la tierra que cubría la senda, dejando una imagen desoladora de piedras, zanjas y charcos. En algunas zonas las mangueras del alumbrado público han quedado al descubierto y también las raíces de algunos árboles que prácticamente carecen de soporte. “Algúns teñen perigo”, considera el edil, que está en conctacto con Augas de Galicia para abordar la situación de los árboles de ribera. El lunes se desplomaron dos (que ayer seguían tirados sobre el cauce del Gallo) y no son los primeros. En los últimos meses se han caído en la misma zona “entre dez e doce” ejemplares, calcula García. Y algunos causaron daños en propiedades privadas, como el balneario Termas de Cuntis. Quién debe responder por esos destrozos, es una de las preguntas que plantea el concejal, que apunta que el Concello no puede actuar sobre los árboles de forma unilateral, ya que “é competencia de Augas de Galicia”. Desde su punto de vista, la protección del entorno natural “está moi ben, pero hai que valorar tamén outras cousas” como el peligro que pueden representar algunos árboles.
En cuanto al paseo fluvial, el Concello estudia cómo afrontar las obras de reparación y cuándo ejecutarlas. “Imos ver se hai algún tipo de axudas”, dice Manuel García al respecto. Además, “temos que estar pendentes da climatoloxía, porque se o repoñemos hoxe e mañá hai outro temporal...”. Desde el 16 de diciembre, recuerda, todos los días hubo alertas meteorológicas y “o outono xa fora bastante duro”, por lo que el edil es más partidario de esperar a la primavera para ejecutar los arreglos.
