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sábado, 17 de octubre de 2015

WhatsApp: 5 trucos para convertirte en un experto.

Aprende a acceder más rápido a tus contactos, programar mensajes automáticos, garantizar tu privacidad, etc..

Su sencillez, su capacidad de personalización y su gran funcionalidad han convertido al WhatsApp en el servicio de mensajería instantánea por excelencia. Eso sí, sus desarrolladores no se han quedado de brazos cruzados y cada día añaden nuevas implementaciones para mayor comodidad de sus usuarios. Aún así, son muchas las posibilidades que ofrece esta aplicación y que no utilizamos... por total desconocimiento.
Accesos directos
¿Acostumbras a chatear con alguien y te cuesta encontrarlo entre todos tus contactos? ¿Quieres tener su conversación a mano en todo momento? WhatsApp te permite crear accesos directos de tus contactos o grupos rápidamente. Para ello, mantén pulsado el contacto que quieras y en el menú emergente, selecciona 'Crear acceso directo'. Automáticamente, éste aparecerá en el escritorio de tu smarthpone y lo tendrás accesible en todo momento.
Programa mensajes
Aplicaciones como 'Seebye Scheduler' permiten programar mensajes automáticos en WhatsApp, de forma que se enviarán a la hora que quieras y a los destinatarios que desees. La aplicación, disponible en la Play Store de Android y que precisa tener acceso root en el terminal, es muy sencilla y simple para el usuario. Únicamente, basta con introducir el mensaje, programar la fecha de envío y delimitar los destinatarios a los que queremos que se mande.
Ahorra espacio
Muchos usuarios disponen de smartphones de gama baja o media con almacenamiento muy limitado. Ello les obliga a menudo a 'limpiar' el smartphone de archivos innecesarios... y más aún cuando son numerosos los que reciben de aplicaciones como WhatsApp.
Para evitar que las fotos y vídeos recibidas por esta aplicación se descarguen automáticamente en tu móvil, hay una solución. Ve a Ajustes/Ajustes de chat/Descarga automática de multimedia y deselecciona todas las opciones que aparecen, en función de la conexión (datos móviles, Wi-Fi, itinerancia de datos). De esta forma, cada vez que recibas un archivo podrás decidir si guardarlo manualmente o no.
Protege tu privacidad
Hay usuarios que optan por desactivar el sistema del doble check azul; otros en cambio quieren mantenerlo activo. Si eres de estos últimos y no quieres que alguien compruebe que has leído su mensaje en un momento determinado, haz uso de la barra de notificaciones de tu terminal. De esta forma leerás el mensaje recibido sin entrar en la aplicación y evitarás que el otro sepa que lo has leído.
Administradores de grupos
¿Apenas cuentas con tiempo para gestionar los contactos de un grupo? ¿Te gustaría que más usuarios tuvieran permisos de administrador para que, por ejemplo, pudieran añadir a nuevos contactos o echar a otros? Para ello, siendo tú el administrador, entra en la ventana de información del grupo y mantén pulsado sobre el contacto con el que quieras compartir los permisos de administrador.

5 mentiras sobre las llamadas de WhatsApp.

5 mentiras sobre las llamadas de WhatsApp.

La aplicación de mensajería gratuita permite realizar llamadas desde principios del 2015.

Mark Zuckerberg lo había prometido el año pasado en el MWC de Barcelona. y el pasado abril se hizo realidad. Whatsapp permitiría realizar llamadas gratuitas. Hasta entonces solo se podían enviar textos, fotos, vídeos y notas de voz.
La OCU ha elaborado una lista de las mentiras que más se han escuchado sobre la nueva oferta de la aplicación de mensajería gratuita:
1. No son gratis
Las llamadas desde WhatsApp son absolutamente gratis si te conectas a una señal WiFi. Si usas tu tarifa de datos lo que consumirás son MB de tu tarifa y eso cuesta dinero.
2. Consumen muchos datos
Muchos menos de lo que se piensa. Lo han medido y sale que una llamada de 2 minutos consume aproximadamente 2,5 MB de la tarifa de datos. Por comparación, 30 segundos de Youtube en HD consumen 15 MB.
3. Con WiFi no funcionan
Sí que funciona. De hecho, llamar desde WhatsApp cuando se está conectado al WiFi es lo más conveniente: el sonido tendrá mejor calidad y es la única manera de que esas llamadas sean gratis.
4. Los operadores van a caparlas
Esta mentira se basa en una pequeña parte de la realidad. Es cierto que los operadores están nerviosos: ya vieron extinguirse los SMS que tanto dinero les daban… y ahora esas mismas apps (fundamentalmente WhatsApp) amenazan con quedarse también con las llamadas.
También es cierto que Vodafone y Yoigo han prohibido las llamadas VoIP en las tarifas básicas. Pero con el resto de operadores (y con Vodafone y Yoigo en el resto de tarifas) no hay ningún problema.
5. La calidad de sonido es mala
Depende de tu cobertura. Si navegas con 4G será buena. En 3G será aceptable. Si tu cobertura es GPRS (una letrita G en el margen superior de tu pantalla): oirás una de cada 3 palabras


Los mensajes de Whatsapp se pueden falsificar fácilmente

Un perito informático madrileño demuestra la sencillez con la que se pueden manipular los mensajes sin dejar rastro y desaconseja que se usen como pruebas válidas en un juicio.


Javier Rubio, perito informático del Colegio de Ingenieros en Informática de Madrid, ha demostrado con que facilidad se pueden manipular y falsificar los mensajes enviados a través de WhatsApp, y alerta de que no se les debe dar validez como pruebas judiciales, ya que la manipulación "no deja rastro".
En un artículo, Rubio explica que los mensajes de WhatsApp recibidos pueden ser manipulados de forma relativamente sencilla y sin dejar ningún rastro, "alterando directamente la base de datos en la que se almacenan" dentro del smartphone.
Rubio indica que no se trata de nada excesivamente complicado, ya que mientras la base de WhatsApp esta cifrada simétricamente (misma clave para cifrarla y descifrarla), la base de datos original (la que se encuentra en uno de los directorios de la aplicación dentro de nuestro teléfono) carece de cifrado, por lo que bastaría con cambiar la configuración de nuestro smartphone al modo 'súper usuario', que nos permite ver esos directorios y cambiarlos una vez dentro.
"Los mensajes alterados pueden pasar perfectamente por auténticos y, ni siquiera un examen forense realizado por un perito informático, podría certificar que no han sufrido manipulación. La posibilidad de que los mensajes puedan ser manipulados de forma tan sencilla, genera una inseguridad muy alta cuando se presentan mensajes intercambiados mediante esta aplicación como prueba en procedimientos judiciales", explica Rubio.
Ante la fragilidad de la seguridad de esta aplicación, Rubio indicó que los mensajes emitidos por WhatsApp no deberían ser admitidos como pruebas fiables en un proceso judicial, algo cada vez más habitual, como en el caso de la muerte de Asunta, la niña de origen chino que apareció sin vida en una localidad cercana a Santiago en 2013 y que, presuntamente, envió un WhatsApp a una amiga diciendo que la habían intentado matar.

Un gran problema en WhatsApp... ¿sin solución?

La aplicación permite enviar todo tipo de fotos a nuestros contactos pero... ¿a costa de qué?.


Para unos es un auténtico problema, para otros una gran ventaja. Sea como fuere, elenvío de las fotos a través de WhatsApp es uno de los aspectos más desconocidos para la mayoría de los usuarios. Y es que a menudo compartimos todas las imágenes de nuestro último viaje o comida de cuadrilla en nuestro grupo de WhatsApp... sin reparar en su calidad. ¿Realmente sabemos cómo les llegan a nuestros destinatarios?.

WhatsApp se ha convertido en la aplicación reina en su ámbito sin discusión, y no le faltan méritos para ello, pero eso no quiere decir que sea la mejor en todo. Uno de los temas a pulir es el envío de fotos. Y es que cuando compartimos una fotografía a través de WhatsApp, ésta se comprime en sus servidores, lo que permite acelerar el envío y que el destinatario la reciba casi al instante en su smartphone. Además de la rapidez, este procedimiento evita un posible problema de almacenamiento en el terminal del receptor.
¿Qué es lo que falla? Que se realiza a costa de la calidad de las imágenes. Y es que al comprimir una fotografía, el tamaño de ésta se reduce considerablemente, lo que afecta (y mucho) al resultado final.
Pongámonos en situación. ¿Qué sucede si nos interesa conservar estas fotos y visualizarlas en nuestro ordenador a gran resolución? ¿Y si optamos por esa 'anticuada moda' de pasarlas a papel para montar un álbum? Por no hablar de la opción de convertir una foto en un gran lienzo para la pared del salón... En estos casos, estas imágenes comprimidas no nos servirán de nada por su baja resolución. Algo realmente surrealista en nuestros tiempos, en los que los fabricantes de móviles se afanan por dotar a las cámaras de nuestros terminales con más y más megapíxeles.
La pregunta es: ¿qué hacemos para suplir esta carencia de WhatsApp? Muy sencillo, explorar otras vías alternativas, tan clásicas como útiles: enviarlas a través del email, utilizar alguna app de mensajería que no comprima las fotos (caso de Telegram, si se hace el envío como archivo) o subirlas a la nube (Dropbox, Drive, etc.) compartiendo el enlace con nuestros destinatarios, por citar algunos ejemplos.