Calendario

sábado, 17 de octubre de 2015

Un gran problema en WhatsApp... ¿sin solución?

La aplicación permite enviar todo tipo de fotos a nuestros contactos pero... ¿a costa de qué?.


Para unos es un auténtico problema, para otros una gran ventaja. Sea como fuere, elenvío de las fotos a través de WhatsApp es uno de los aspectos más desconocidos para la mayoría de los usuarios. Y es que a menudo compartimos todas las imágenes de nuestro último viaje o comida de cuadrilla en nuestro grupo de WhatsApp... sin reparar en su calidad. ¿Realmente sabemos cómo les llegan a nuestros destinatarios?.

WhatsApp se ha convertido en la aplicación reina en su ámbito sin discusión, y no le faltan méritos para ello, pero eso no quiere decir que sea la mejor en todo. Uno de los temas a pulir es el envío de fotos. Y es que cuando compartimos una fotografía a través de WhatsApp, ésta se comprime en sus servidores, lo que permite acelerar el envío y que el destinatario la reciba casi al instante en su smartphone. Además de la rapidez, este procedimiento evita un posible problema de almacenamiento en el terminal del receptor.
¿Qué es lo que falla? Que se realiza a costa de la calidad de las imágenes. Y es que al comprimir una fotografía, el tamaño de ésta se reduce considerablemente, lo que afecta (y mucho) al resultado final.
Pongámonos en situación. ¿Qué sucede si nos interesa conservar estas fotos y visualizarlas en nuestro ordenador a gran resolución? ¿Y si optamos por esa 'anticuada moda' de pasarlas a papel para montar un álbum? Por no hablar de la opción de convertir una foto en un gran lienzo para la pared del salón... En estos casos, estas imágenes comprimidas no nos servirán de nada por su baja resolución. Algo realmente surrealista en nuestros tiempos, en los que los fabricantes de móviles se afanan por dotar a las cámaras de nuestros terminales con más y más megapíxeles.
La pregunta es: ¿qué hacemos para suplir esta carencia de WhatsApp? Muy sencillo, explorar otras vías alternativas, tan clásicas como útiles: enviarlas a través del email, utilizar alguna app de mensajería que no comprima las fotos (caso de Telegram, si se hace el envío como archivo) o subirlas a la nube (Dropbox, Drive, etc.) compartiendo el enlace con nuestros destinatarios, por citar algunos ejemplos.