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lunes, 16 de septiembre de 2013

Los ´ángeles del infierno´ viajaron a Pontevedra desde Canadá solo para recoger el alijo de coca.

Los cuatro detenidos de la banda de moteros hicieron escala en Francia, donde fueron detectados y seguidos ELas fuerzas antidroga intentan localizar a sus contactos en Galicia.

Pretendían pasar desapercibidos y desarrollar una operación rápida y fructífera, pero las fuerzas antidroga frustraron sus planes y acabaron en prisión. Los cuatro "ángeles del infierno" canadienses, detenidos con media tonelada de cocaína en Pontevedra, viajaron desde su país hasta España solo para recoger la droga y pretendían marcharse con la misma rapidez en cuanto la entregaran en Madrid, desde donde iba a distribuirse al mercado nacional, según fuentes próximas a la investigación.
Las grandes redadas contra los "ángeles del infierno" en España, la última el pasado mes de julio en Palma de Mallorca, en la que cayeron los responsables de la organización a nivel nacional y también uno de los máximos líderes europeos -Frank Hanebuth, jefe del grupo de Hannover-, llevó a los canadienses a extremar precauciones.
El grupo liderado por Chad Wilson tomó importantes medidas de seguridad para garantizar el transporte de los 500 kilos de cocaína. Una parte de la organización había contratado el traslado marítimo del alijo en Colombia -los paquetes intervenidos estaban protegidas contra el agua y la humedad- y la tarea de los cuatro moteros desplazados desde Canadá era recogerlo en Galicia y transportarlo por carretera a Madrid.
En vez de viajar en vuelo directo, salieron de Canadá e hicieron escala en Francia. Lo que no sabían es que se había montado una operación internacional para seguirles los pasos, desde Canadá a España pasando por Francia. Precisamente en este país fueron detectados y seguidos hasta que viajaron a Madrid.
La Policía Nacional tomó el relevo y agentes del Greco los localizaron en la capital de España y les siguieron de cerca en Galicia. El todoterreno Toyota Yaris y la autocaravana que utilizaban estuvieron vigilados durante los tres días que permanecieron alojados en un hotel de Mondariz. Eran los primeros días de agosto y disfrutaron de la piscina, aunque generalmente pasaban todo el día fuera.
La investigación se centra ahora en localizar a sus contactos en Galicia. "Está claro que han tenido apoyo aquí. No se trae un alijo marítimo sin contactos para descargar y ocultar la droga", explica un experto. El velero en el que se sospecha que llegó el alijo no ha sido intervenido y todo apunta a que tenían un almacén en las Rías Baixas donde estuvo oculta la droga hasta que los cuatro "ángeles del infierno" vinieron a recogerla. Regresaban a Madrid con 500 kilos de coca valorada en 18 millones de euros, cuando el Greco Galicia les echó el guante mientras tomaban café en una cafetería del centro comercial de A Barca, donde estaban aparcadas las dos furgonetas con la droga.